Se ha hablado tanto ya del crecimiento personal y de lo importante que es dedicarse el tiempo a uno mismo, que es necesario recordar la importancia de no justificar el no hacerlo.
Si verdaderamente es importante para uno mismo, evitemos las excusas, las causas, los motivos, las situaciones, las personas, lo que fuere para no realizarlo.
Es normal que sea difícil, que no encontremos nunca el “mejor momento”, el instante “adecuado”, la “oportunidad”… Pero no nos pongamos más vendas en los ojos, que como dice la frase “no ay peor ciego que el que no quiere ver”.
Existe un momento para todo, pero cualquier momento es bueno para el crecimiento personal. Sin lugar a dudas, sin titubear, sin que nada interrumpa el camino, sin que te montes excusas para no hacerlo.
Empieza ahora.